Con elocuencia en su pluma y humor fresco en su tono, el periodista de moda boliviano ha logrado atraer la atención de las revistas de moda más influyentes del mundo. Siendo el nuevo miembro en el equipo de redacción de Vogue Runway, Criales se posiciona como una joven promesa dentro de la industria, encontrando en sus redes sociales una plataforma para cuestionar, analizar y redefinir la tarea del periodista de moda en la actualidad.
Por Maira Walker
El innegable rol que tiene la moda en el discurso cultural, muchas veces es opacado por la naturaleza superficial de su industria. Mientras que los medios de comunicación están inundados de artículos sobre las últimas tendencias de cada temporada, la influencia que tiene la moda en el zeitgeist suele ser un tema menos discutido. Parece haber una noción tácita de que el público común no tiene un mayor interés de examinar por qué –por ejemplo– el MET gala refleja el fraccionamiento político en EEUU, o cómo la moda andrógina se usa de token por algunas marcas de producción masiva. José Criales nos prueba lo contrario.
Con una experiencia diversa en el rubro de la moda, el “diseñador/escritor/consultor” boliviano ha formado su carrera a partir de tener opiniones al respecto de tan cambiante industria. Si bien comenzó trabajando como diseñador para marcas como Coach, Kate Spade, Banana Republic, y Christopher John Rogers, lo que más destaca a Criales actualmente, es su trabajo escrito. La elocuencia de su pluma, el humor de su tono, y la originalidad de sus ideas, le han permitido publicar su trabajo en revistas como i-D, Business of Fashion, PAPER, y ahora, Vogue.
Graduado de diseño en el Savannah College of Art and Design (SCAD), Criales recuerda cómo su padre fue el primero en sugerirle que considere el arte y diseño en lugar de una carrera en biología marina. A pesar de un interés temprano en la moda (inspirado en su madre aficionada por la costura), menciona en una entrevista en el podcast Latinoamérica de moda: “Como muchos latinos no tenía un concepto de lo que sería una carrera en la moda”. Envuelto en un glamour enigmático, el mundo de la moda parecía demasiado lejano e impenetrable para un latino sin puesto en la mesa.
De hecho, la plataforma que Criales maneja actualmente no surgió de manera repentina. Luego de mudarse a la Gran Manzana, Criales se valió de las herramientas que ha proporcionado la evolución de la tecnología para darse a conocer como negocio. Su influencia como comentador en Instagram fue desarrollándose de a poco, y de manera muy natural. Al principio, utilizaba el medio de una forma completamente casual, interactuando únicamente con amigos y conocidos, y sin expectativas de que fuese a convertirse en una puerta hacia algo más grande.
Sus opiniones frescas y cándidas cautivaron rápidamente a un público que se volvió fiel a la dosis semanal de “rants” que Criales proporcionaba en sus tiempos libres. Llegando a desarrollar una relación sinérgica con su audiencia hasta entenderse con sus propios términos, Criales los introdujo, por ejemplo, a la expresión “delicioso”, que traduce literalmente a “delicious”, utilizada en algunos países Latinoamericanos para referirse a algo bello o encantador. Así fue creándose una especie de portafolio “accidental” que llamó la atención de publicaciones reconocidas internacionalmente.
Siendo un vivo ejemplo de alguien que no tuvo miedo a construir su propio camino, hoy en día Criales conserva su trabajo corporativo en Nueva York, y divide el resto de su tiempo alimentando la curiosidad de sus miles de seguidores, cuestionando la industria de la moda en su nuevo podcast ‘Biased con José Criales‘, y pitcheando temas para sus próximos artículos como freelancer.
Indudablemente, por más de que su humor pervasivo lo haga parecer fortuito, el hecho de que alguien latinoamericano esté “writing things” (“escribiendo cosas”) para Vogue Runway –como describe en su biografía de instagram– no es una cosa poca. Siendo una de las revistas con mayor influencia en la industria de la moda a nivel macro, la participación de Criales significa un gran avance hacia la inclusión de voces minoritarias. Y es que, sin ser un requisito arraigado a la identidad de Latinx, LGBTGI+, o persona contemporánea; su postura crítica y curiosa aporta un punto de vista necesario al discurso cultural presente y futuro. Criales no tiene miedo de inspeccionar los orígenes de cualquier norma establecida, ni de deconstruir un argumento convincente. Sin sacrificar su propia voz, es un escritor simultáneamente audaz y atinado, adaptando su enfoque a la esencia de la publicación con la que colabore.
Suele inclinarse hacia temas sobre queerness y del “internet culture”, siempre manteniéndose al tanto de la cultura en su compleja multidimensionalidad. No se le escapa una tendencia de Tiktok, y tampoco pestañea si se trata de asuntos políticos. Con un ojo biónico al detalle, sus opiniones desde “Faux fur, feathers and frou-frou” hasta la esencia de la moda queer, son igual de meticulosas –sin dejar de ser digeribles.
José Criales no dejará de hablar fuerte y claro. Y para nuestra suerte, parece que aún le queda mucho por decir.
