D.N.I, la firma parisina con raíces peruanas, toma de inspiración los recuerdos, sensaciones e iconografía de la cultura popular dentro de los mercados peruanos; traduciéndolos en una nueva colección llena de color y vitalidad, titulada “El Mercado de mi Infancia”.
Esta se convierte en la primera colección 100% hecha desde Perú y protagonizada por un talento real oriundo de Casa Grande que encarna físicamente el espíritu de dicha localidad peruana.
El regateo, las risas, aromas profundos y una intensa confrontación de colores. Estos son algunos de los elementos que forman parte de la típica dinámica que sucede día a día en un mercado latinoamericano, donde las sensaciones nos envuelven y trasladan a una realidad alterna llena de cultura popular. Es aquí donde los gemelos peruanos Paulo y Roberto Ruiz Muñoz, artífices detrás de D.N.I, buscan llevarnos con su nueva colección FW22, titulada “El Mercado de mi Infancia”. Un viaje rutinario por su natal Casa Grande, el cual culmina esta vez en el mercado principal como un lugar de reencuentros e historias.
El mercado es el corazón de dicha localidad y un espacio en el que los gemelos pasaron gran parte de su infancia. Los diseñadores deciden tomar este mercado como “un pozo del que pescar recuerdos”, además de sensaciones e iconografía, que se adaptan para ser reinterpretados en el universo D.N.I.
Las piezas relatan la vida y todo lo que sucede en dicho mercado, donde hallamos un ambiente lleno de vitalidad, encuentros y teniendo al color verde como protagonista. Asimismo, la colección recalca una esperanza dentro de las adversidades actuales, destacando al mercado como un entorno de cercanía que nos recuerda a un mundo pre-pandémico.
Sostenibilidad, técnicas artesanales e iconografía
La colección continúa explorando el algodón orgánico y el baby alpaca como principales materiales de las piezas. Resultando en prendas hechas a mano que son teñidas de forma natural por artesanos de Túcume (Chiclayo, Perú), utilizando maíz morado y cúrcuma, entre otros elementos naturales. Por otro lado, los gemelos también incursionan en la técnica de tejido del ‘punto cruz’, haciendo homenaje a los individuales o servilletas caseras hechas por miles de madres alrededor del Perú, las cuales en muchas ocasiones precisamente cuentan con iconografías de frutas o verduras.
Bajo esta inspiración, la simbología de los estampados de la presente colección varía desde frutas, verduras, avisos de un típico mercado peruano, así como imágenes de la playa que visitaban de niños y locaciones representativas de Casa Grande, todos ellos junto a mensajes ocultos colocados sobre los estampados, los cuales también tocan problemáticas nacionales como la escasez de agua en el Perú.
“El Mercado de mi Infancia” representa además la conexión y conversación de sus colecciones anteriores, convirtiéndose así en una suerte de epílogo de todas las creaciones D.N.I hasta el momento.
una cosa es recordar una imagen del Perú desde París y otra la de vivirla al cotidiano.
Asimismo, esta es la primera colección que los gemelos comienzan juntos y terminan en lugares completamente diferentes. Roberto desde París y Paulo desde Perú, pues para ellos “una cosa es recordar una imagen del Perú desde París y otra la de vivirla al cotidiano”, por lo que fue Paulo el encargado de trasladarse hasta Casa Grande Perú, en donde durante 4 meses estuvo inmerso físicamente en la cultura peruana y trabajando mano a mano con los artesanos.
De Casa Grande a París
Por este motivo, la colección también se convierte en la primera que se lleva a cabo completamente desde Perú. Para Paulo y Roberto, es imprescindible brindar notoriedad a su pueblo natal mediante su trabajo, es por ello que se decidió realizar la campaña de “El Mercado de mi Infancia” con un talento casagrandino sin experiencia previa en el modelaje, ya que necesitaban de un rostro que encarne físicamente el espíritu real de Casa Grande.
La firma emergente busca seguir posicionándose como una marca parisina con raíces peruanas, lanzando la colección de manera física en el marco del Paris Fashion Week, y de la mano de diversas firmas internacionales en formato showroom. De esta manera, su objetivo es obtener visibilización como diseñadores peruanos, crear una amplia legitimidad y ser representantes de su país de origen a escala mundial.
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