¿Una cirugía determina el amor que se tiene a sí misma una persona?

Por Andrea Cáceres

Demi Moore dio a conocer su nuevo rostro en el último desfile de Fendi durante la Semana de la Moda de París. A propósito de las críticas sobre su decisión, conversamos con dos mujeres que se realizaron operaciones estéticas para conocer sus experiencias.

El inicio de un desfile de moda marca la historia que contará el diseñador sobre la pasarela. Este debe ser impactante si lo que se busca es generar tendencia o quedar relegado en el olvido. Para la marca Fendi, esta regla no fue omitida, pues abrió su desfile con una modelo inesperada: a sus 58 años, Demi Moore desfiló por primera vez y de una forma irreconocible.

Ni el atrevido escote que lució, ni los largos pendientes que colgaban de sus orejas fueron necesarios para llamar la atención de los asistentes durante el desfile. Las redes sociales se inundaron de críticas porque el rostro de la intérprete de “Striptease” (1996) cambió por completo a raíz de un retoque estético. Los comentarios que circularon dejan incógnitas: ¿Quiénes somos para juzgar las decisiones de los demás? ¿Sabemos si una persona no se valora o estima por la cantidad de retoques que se realiza en el cuerpo?

Consultamos a dos personalidades de la escena local que se han realizado intervenciones quirúrgicas y quienes no piensan en el qué dirán. Una de ellas es la cantante Susan Prieto, quien hace unos años optó por realizarse la manga gástrica para bajar de peso. Sobre su experiencia al momento de contarle a sus seguidores en redes sociales, ella comenta: “Muchas chicas me cuestionaron en redes y me decían: ‘tú te amabas como eras’. Y sí, me amo y tomé la decisión de hacerme la manga gástrica porque era buena para mi salud. Tenía sobrepeso y debía operarme”.

La decisión, según cuenta, no significa que no se aprecie: “Siento que volví a nacer con esta operación: me siento saludable. Sigo batallando con el tema de la piel que me sobra y, a veces, uso vestidos pegados con fajas. Y cuando subo una foto en redes, me dejan comentarios como: ‘pero sácate la faja, queremos ver tus colgajos’. La gente solo quiere fastidiar, pero llega un punto en el que ya no te afecta”.

Por su parte, Soledad Valenzuela, fundadora de Pink Chick, se realizó una liposucción y no se arrepiente de haberlo hecho público. “No puedo hablar por todas las personas, pero en mi caso, tener presencia en redes sociales me ayudó mucho con mi autoestima, a sentirme mejor conmigo misma y más. A mí no me pueden decir que no tenía amor propio antes de la lipo porque claro que lo tenía y aún lo tengo”, expresa.

Valenzuela comenta que también recibió críticas porque muchas personas consideran que realizarse una operación va en contra del amor propio de cada uno. Para todos los que piensan así, la emprendedora tiene una respuesta: “Cada una es libre de operarse y hacer con su cuerpo lo que prefiera para sentirse mejor con ella misma. Aunque a muchas personas les cueste creerlo. El hecho que quieras operarte algo no quiere decir que no te quieras, muchas lo vemos como que nos queremos tanto, que simplemente queremos vernos mejor”

Nadie sabe cuáles son las luchas que afronta cada persona por las decisiones que toma, y tanto Prieto como Valenzuela demuestran con valentía omitir comentarios malintencionados. Nadie tiene el derecho de juzgar ni criticar. Mucho menos en redes sociales, donde todos creen que tienen la verdad. Pues, el amor propio no se mide por cuántos retoques se tiene en la piel, sino por cuánto amor te tienes como para valorarte y cuidarte, sin excesos que te lastimen.


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