Por Cayetano Garcia
En un estudio de arte, en Barranco, Lima, el colectivo artístico VICHOS, planea cómo infectar una sociedad violenta, retrógrada y cínica.
“Queremos crear nuestra propia realidad y te invitamos a que te sientas cómodo y feliz. En esta realidad tienes el poder de identificarte como quieras y sentirte libre”, comentó una de las integrantes. Hace una semana, me mostraron su trabajo. Entre incomodidad e intriga, no esperé en entrevistarlos.
Parece que, en la actualidad, tenemos una visión hegemónica de lo que es hermoso o feo, lo que es arte o lo que no. VICHOS, transgrede con estas normas y convenciones creando sus propias leyes de la belleza y lo normativo.
Lo que llamó primero mi atención en el taller de VICHOS fueron los materiales alternativos y diversas telas decorando el piso y las paredes. Pinturas abiertas de colores vivos, artículos de látex, cadenas y muchas pelucas. Al día siguiente, tenían organizada una feria pro fondos, con artículos de ropa intervenida y transformada por ellos, con su toque único e innovador. “Lo que hacemos es arte transgresor, arte en vivo que cuestiona sin usar palabras. Busca transgredir las barreras impuestas sobre el género, el sexo, la estética y hasta la moral. Hacemos cuestionar sin palabras y despertamos emociones en nuestros espectadores. Somos un trip visual”.
El colectivo de artistas, conformado por Faggy, Rogue y Luna, propusieron el proyecto como protesta a la poca paga recibida en la escena Drag limeña. Además, querían crear un espacio diferente, sin prejuicios, y empoderar a las personas.
Mediante fases, inspiradas en la vida de un insecto mutado, llegaron a Lima. El primer performance en vivo, llamado INFECCIÓN, retrató su llegada violenta a Lima con un lema imponente: “Lima nunca será la misma”. La segunda fase, INCUBACIÓN, trató sobre su reproducción. El colectivo, contó con muchos amigos colaboradores, quienes con bolsas que
cubrían sus rostros y asemejándose a larvas, decoraron algunas calles de
Lima. Finalmente, culminaron sus fases con CESÁREA. “Con esta última, nos quisimos referir a la interrupción del proceso natural de los insectos. Un renacimiento”.
“Somos un equipo con una visión compartida, una afinidad estética muy parecida. Sin embargo, tenemos inicios diferentes en cuestión a nuestros estilos”. Rogue, de 19 años, comenzó siendo una drag queen con rasgos muy femeninos. Faggy, mientras tanto, presentaba una estética que ella define como “bizarra”. Luna, define su estética inicial como versátil y siempre cambiante.
Con su proyecto VICHOS, exploran diferentes estéticas y rompen con lo convencional. “Es genial saber que hay miles de estéticas diferentes. Mañana podemos ser muy femeninas o tener un look más monstruoso o transgresor”, señala Luna. Si bien su arte puede considerarse Drag, VICHOS está más que alejado de su definición popular. Para muchos, estamos viviendo una época dorada en el arte drag, definido como un performance realizado, principalmente, por hombres quienes visten prendas del otro género, de manera que exageran la feminidad y los roles de género para el entretenimiento del espectador. Con mayor exposición en los medios y adentrándose cada vez en el mainstream este arte propone estilos dominantes entre la comunidad de Drag Queens o Kings.
VICHOS se hace llamar “drag queers”. Expresaron que para ellas, “Drag es el arte de transformar tu cuerpo, moldearlo físicamente en un performance. Hoy no hay una variedad en el drag, quisimos romper con eso. El drag ha evolucionado en cuestión a su concepto, rompiendo de esa manera ideales de género.”
Fue interesante saber acerca de su visión sobre el estado del arte y sobre la importancia del arte con mensaje, un fenómeno importante en proyectos artísticos y de moda. Para VICHOS, el mensaje también tiene que resonar con el artista mismo, como una cuestión personal. Confesaron que, al hacer este arte, han cambiado mucho. “Este arte te da una increíble valentía y seguridad. Hemos podido salir adelante gracias a él”.
Considerado un arte alternativo y, por muchos años, underground, VICHOS busca visibilizar con las problemáticas sociales en el Perú, como la homofobia y el machismo. Muchos artistas como VICHOS, pertenecientes a la comunidad LGBTIQ, se exponen a una violencia aterradora. En un estudio hecho el año pasado, el 62.7% de la población LGBTIQ, habría sido víctima de algún tipo de violencia. “Nuestro trabajo no solo concientiza a los demás, sino a nosotras mismas. La sociedad está llena de gente muy diferente y la gente no sabe acerca de esta hermosa diversidad. Nosotras también nos concientizamos, gracias nuestro proyecto, acerca de esta diversidad.”
Con la invasión de VICHOS y otros artistas alternativos, se logrará romper estas estéticas rígidas que no permiten una libertad para los artistas locales. Cuestionar sin palabras y con increíble valentía hace que este colectivo sea único e impactante. A pesar de presentarse con una apariencia hostil, VICHOS tiene una misión “acoger a lo diferente”.
