Por Andrea Andrade
El enorme impacto de la industria de la moda en el deterioro de ecosistemas como el de los océanos, es un llamado de atención para diseñadores de todo el mundo. Conversamos con las peruanas Mozhdeh Matin y Annaiss Yucra sobre las prácticas que realiza cada una como marca, con el fin de contribuir a reducir el impacto ambiental causado por el poliéster.
El lenguaje del mar no solo ha dialogado con la moda gracias a colecciones como las de Riccardo Tisci o Versace, cuyos misterios, tesoros y criaturas biológicas han servido de inspiración para dichas casas de moda. Puede ser un escenario de libertad y fantasía, pero también es el reflejo de la capacidad de destrucción del ser humano en esta industria.
No es ningún secreto que muchos de los productos plásticos que utilizamos terminan en el océano. Pero es posible que aún se desconozca una de las principales fuentes de esa contaminación: la ropa. El poliéster, nylon, acrílico y otras fibras sintéticas son todas formas de plástico, representando alrededor del 60% del material que compone a las prendas de todo el mundo. Estas fibras contribuyen a la contaminación plástica del océano de una manera sutil pero generalizada: las telas que fabrican, junto con las mezclas sintéticas, se filtran al medio ambiente con solo lavarlas.
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Actualmente se realizan esfuerzos vigorosos para buscar soluciones a la cuestión general de la contaminación plástica, pero se debe reconocer que el proceso de producción de las prendas es una parte importante del problema, y por ende deberá ser parte de la solución. Aunque la sostenibilidad parece ser últimamente la palabra de moda dentro de la industria, solo algunas destacadas firmas en nuestro país están llevando a cabo un progreso suficiente en ella, al utilizar materiales no contaminantes y realizar prácticas socialmente éticas.
Para Mozhdeh Matin, diseñadora y fundadora de Mozh Mozh, los principios de sostenibilidad estaban implícitos en su firma de moda desde antes de que se promuevan de la manera en la que se hace hoy en día. “Al vivir en un país textilmente rico, mi idea era trabajar localmente con los recursos que tenía a la mano, que convenientemente eran de origen natural. Además, uno de los principios de Mozh Mozh desde el comienzo ha sido preservar los textiles tradicionales”, explica Matin.
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Asimismo, la trazabilidad es un factor importante para las cadenas de suministro de las firmas de moda con el fin de mejorar la transparencia respecto a los materiales empleados y la fabricación de las prendas. “En Mozh Mozh nos esforzamos por asegurar que todos nuestros materiales provengan de fuentes sostenibles que retribuyan a todas las comunidades involucradas y que incorporen principios y estándares de comercio justo en sus valores fundamentales. Por ejemplo, realizamos extracciones naturales del árbol de la shiringa para crear caucho. Anteriormente, también trabajé con la comunidad shipibo-conibo con el fin de hacer accesorios de mostacillas y fibras creadas con semillas de la Amazonía”, comenta.
Además, el diseño circular de moda resuena fuertemente con los valores que representa Mozh Mozh. Aunque reconocen que aún se encuentran muy lejos de un modelo circular y que se requiere un cambio sistémico más amplio en la industria, la firma está comprometida a educarse y mejorar continuamente con la esperanza de incorporar cada vez más aspectos de circularidad en la marca. Un ejemplo de ello es el manejo de la merma textil. “A mí nunca me ha gustado acumular, por ello intento comprar todo el material preciso o reutilizo los hilos que quedan en los conos para una siguiente colección”, explica.
Mozhdeh afirma que se debe crear conciencia y educación sobre los materiales que componen nuestras prendas desde acciones muy sencillas, convirtiéndonos en agentes de cambio. La diseñadora espera que en el futuro se pueda continuar creando de una manera que contribuya al cambio sistémico necesario para garantizar el impacto positivo de la moda en nuestro planeta.
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Por otro lado, la diseñadora Annaiss Yucra reafirma su compromiso a crear cambios sustentables y creativos en la industria. En su colección anual 2021 titulada PACHAMAMA, llevó a los ojos del mundo una técnica que empezó como un reciclaje, pero que evolucionó a un concepto que la diseñadora peruana ha bautizado como COMPOST TEXTIL; proyecto que partió de la necesidad de reducir, reusar y reciclar la merma con el fin de demostrar que se puede crear algo significativo sobre lo que era considerado basura.
Darles una nueva vida a los restos de sus colecciones pasadas es lo que llevó a Annaiss a hacer uso de la técnica que resulto en un telar multicolor. “Fue un proceso que empezamos a hacer de manera muy orgánica. Comenzamos separando la basura de la merma; hasta evolucionar a un proceso de separación por colores de fibras, algodones, alpaca, neoprenos y lycras recicladas”, cuenta la diseñadora.
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Como resultado, cayeron en cuenta que la mejor manera de compostar esa merma –ya que eran pedazos muy pequeños, de distintos tamaños y colores–, era empezando a hacer cortes largos y entrelazarlos en un telar. Así pues, se enviaron más de 20 kilos de merma textil a la comunidad de Santiago de Chuco (La Libertad, Perú) donde se desarrolló un telar con tiras de retazos, pedazos pequeños y merma de conos que dio como resultado el COMPOST TEXTIL de la marca.
Sin embargo, no es la primera ni última vez que Annaiss Yucra utiliza materiales que brindan soluciones creativas a este rubro. De hecho la propuesta de la marca para FW21 también incluyen chaquetas hechas a base de materiales reciclados y telas inteligentes.
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Por ende, se puede afirmar que Annaiss siempre ha buscado incluir más tecnología dentro de sus procesos, con el fin de seguir creando una línea trazable desde su posición como diseñadora para los futuros talentos. Introduciendo conceptos como el COMPOST TEXTIL, no solo se espera dar a conocer esta característica forma de reciclar las fibras. “Se va a poder llegar a una parte de personas que suelen realizar esta tradición con el telar, así ellos mismos podrán crear una pieza única y artesanal desde cada ángulo, incentivando la innovación sostenible dentro de nuestra industria”, concluye.
La necesidad de las casas de moda por adoptar un desarrollo sustentable y prácticas comerciales que reduzcan el uso de fibras sintéticas, ha impulsado el empleo de soluciones innovadoras, las cuales cumplen un rol determinante para potenciar alternativas responsables con el medio ambiente y que no contaminen los océanos. Dichas soluciones realmente nuevas pueden resultar extrañas al principio, pero cuando se presentan, pueden comenzar una revolución en la industria en la que conviven los textiles y la creatividad.
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