Maca Cerquera es una arquitecta y artista que desde temprana edad estuvo fascinada por todo lo que sus manos podían construir, reflejando siempre una parte de su esencia y haciendo de su arte una expresión de vida.
Para Maca, hay una delgada línea entre lo eterno y lo efímero. Sus trabajos son una extensión de ella, pero al mismo tiempo pueden pasar a ser la de alguien más que también se identifique con lo que expresa. Esto también ocurre en #Innconsciente, proyecto en el que plasma frases sobre cualquier espacio y las personas interactúan con esos pensamientos.
Texto & entrevista por Fer Guerrero
Talento seleccionado por Angela Kusen, Annaiss Yucra y Christian Duarte
¿Quién es Maca Cerquera y cómo definirías lo que haces?
Ante todo creo que soy una persona que tiene mucha curiosidad, muchas ganas de hacer algo diferente siempre y por eso me lleno de ideas y experimento mucho con todo lo que se me viene a la cabeza. Comencé a estudiar arquitectura en la UPC en Lima y terminé la carrera en la Universidad de Palermo en Buenos Aires, donde viví 7 años. Estudié algunos cursos en la universidad de arte y llevé un curso con Matías Duville en la Universidad Di Tella. Luego llevé algunas clínicas de proyecto con otros artistas y fue en esta ciudad [Buenos Aires] que empecé a desarrollar mi investigación personal como artista, hace unos 8 años más o menos.
Desde muy chica tuve interés en el hacer con las manos, en dibujar y escribir; y fue algo que hice toda mi vida sin pensar mucho en nada específico. En algún momento empecé a tomar fotos con una cámara análoga que me regaló mi papá y es algo que nunca dejé de hacer hasta ahora, y creo que esa mirada a través del lente que te conecta con el pasado, inevitablemente hace conexión con los temas con los que trabajo ahora que principalmente son el recuerdo, la memoria, el misterio y la reconstrucción.
Si tuviera que definir lo que hago seria: Dibujo lo que significan para mi esas palabras, recolectando cualquier situación efímera que me encuentre en la calle, como composiciones urbanas, recuerdos de paisajes, o la misma fotografía que la uso como una base para crear algunos dibujos, y también la cotidianeidad, esos momentos que existen y yo los tomo para darles un poco de eternidad con el bordado a mano sobre todos los soportes en los que pueda hacerlo, como en las piezas únicas de ropa que intervengo, que son para mí como un tatuaje en una segunda piel; y que luego de pasar por mí, y que otro se los lleve, vuelve a ser parte de lo efímero otra vez. Soy como un puente por el que pasan cosas para luego salir de otra manera.
¿Cómo te iniciaste en el arte del bordado?
En el 2014 tuve una muestra con mi proyecto #innconsciente, y quería probar otros soportes, entonces “bordé” un polo con la frase “sacás lo peor de mí“, pero no tenía ninguna idea de cómo hacerlo bien. Ese mismo año fui unos meses a São Paulo a trabajar en un estudio de restauración y vivía con una amiga que daba clases de bordado en mi propia casa, así que solo porque quería empezar a bordar mis frases me metí a aprender esta hermosa técnica que luego evolucionó en mi misma de una manera que no podría haberlo anticipado.
..los hilos se convirtieron en mis lápices, colores, pinturas, para poder intervenir y plasmar todo lo que hago dándole esa textura y pequeña ilusión de volumen a cualquier soporte que quiero usar”
Dibujo haciendo mucha abstracción, síntesis, líneas, mucha geometría y todo tal vez muy plano, entonces los hilos se convirtieron en mis lápices, colores, pinturas, para poder intervenir y plasmar todo lo que hago dándole esa textura y pequeña ilusión de volumen a cualquier soporte que quiero usar, entonces así el bordado se convirtió en el resultado de todo lo que escribo y dibujo, y ha sido el mejor descubrimiento porque siento que me representa muy bien y por eso siempre digo que el dibujo y el bordado son una extensión de mi mano; y por eso quiero bordarlo todo.
Cuéntanos sobre el proyecto #innconsciente
Es un proyecto infinito de frases. Hasta el momento ya tengo más de 300 desde el 2011. Empecé a escribirlas y dejarlas en post-its en los baños, y luego tuve algunas intervenciones en Buenos Aires, Santiago de Chile, Lima y Río de Janeiro.
..el dibujo y el bordado son una extensión de mi mano; y por eso quiero bordarlo todo”
Inconsciente es todo eso que queremos decir y no nos atrevemos a hacerlo, son todas las ganas, la ironía, los deseos, los no deseos que comparto desde mi misma y por eso al principio solo estaban en lugares privados pero la gente se llevaba estas frases y las hacia suyas, entonces al ver que se genera una complicidad inevitable decidí probar otras formas, tamaños y soportes; y sobre todo sacarlo a las calles como pequeños gritos que todos tenemos escondidos. Ya son varios años y por eso siempre lo incluyo en todo lo que hago, como en las intervenciones con bordado a mano en las piezas de ropa, pero me gustaría salir a escribirlas más en las calles y que se vea grande, pero acá en Lima es un poco difícil, así que últimamente empecé a escribirlas en algunas cajas o restos de madera que encuentro en la calle y también lo hago digitalmente o las bordo en las mismas fotos sobre papel.
Históricamente el bordado ha tenido un vínculo con las mujeres y el trabajo en el hogar ¿Crees que hoy en día se está reivindicando al bordado?
Creo que va un poco más allá. Culturalmente tal vez tenemos ese conocimiento de acercamiento al bordado como una manualidad que solo aprendían las mujeres para tener algo que hacer en las casas, pero existe hace miles de años como trabajo artesanal, y que artesanalmente sigue existiendo en muchas culturas, es conocimiento y enseñanza que se traspasa de generación en generación.
Sí creo que es importante que las mujeres que bordamos se nos tome tan en cuenta como cualquier otro artista”
Lo que ha evolucionado es el uso del bordado como un recurso en el arte contemporáneo, y es una técnica que muchos artistas (hombres también, como Feliciano Centurion, quien tiene un trabajo increíble) vienen usando ya hace más de 40 años, solo que en los últimos años ha tomado más valor y reconocimiento; entonces ya se pasó esa barrera de limitarlo a un género, lo cual es genial porque entonces el bordado empieza a tener tanta importancia como una obra realizada con cualquier otra técnica. Sí creo que es importante que las mujeres que bordamos se nos tome tan en cuenta como cualquier otro artista.
¿Consideras que el upcycling en la ropa le está dando una mirada diferente al bordado y la pintura?
Sí, pero también sucede en el otro sentido. El bordado es considerado cada vez más parte del arte y la pintura lo es desde siempre. Lo interesante es la fusión que se puede crear entre la moda y las técnicas del arte, y lo que hace el upcycling usando estas técnicas es darle un valor agregado a una pieza de moda, entonces esta mirada diferente sería en la moda.
La ropa se está convirtiendo ahora -por necesidad- en un increíble soporte para intervenir con bordado o pintura, porque de esa manera no es como solo un cuadro que cuelgas en tu casa, sino es una obra que llevas contigo a donde sea que vayas. Tiene otro concepto, otra mirada, otra funcionalidad, para mi es increíble porque no tiene límites y por eso es como tener un pie en los dos lugares, en el arte y en la moda. Es una pieza de moda intervenida con arte y también es una obra de arte con la ropa como soporte.