La primera exposición virtual de BLOC Art Perú en colaboración con Mia Collection (Dubai) en el primer y único Museo que promueve artistas mujeres. “Herencias colaborativas: Nuevas conciencias de creación” incorpora obras de 7 Artistas Peruanas bajo la curaduría de Jana Ugaz, la cual podrá ser visitada virtualmente hasta el miércoles 1ro de Julio.
MIA es una colección de arte privada con una perspectiva global centrada en destacar a artistas femeninas. La mirada feminista de su fundadora, Alejandra Castro Rioseco, filántropa y coleccionista privada, la ha llevado a crear su colección con piezas únicas, que expresan la mirada de la artista femenina, considerando la discriminación que enfrentan todos los días y la desigualdad que viven los artistas. Tras la coyuntura, para seguir apoyando a las artistas mujeres, han dispuesto de un museo virtual, MIA Anywhere; y en tan sólo 10 semanas han podido compartir este espacio con artistas de todo el mundo, desde Iran a Hong-Kong, Brazil a España.
Su más reciente exhibición, es una colaboración con BLOC Art Perú. Fundada en Lima en 2015, BLOC Art es el portafolio local de artistas con la representación de 40 artistas latinoamericanos, siendo 30 del Perú. “La idea es conectar el talento que existe en el Perú con el público interesado, el consumidor de arte que no es necesariamente un comprador, sino alguien que busca alimentar su alma a través del arte contemporáneo. Yo diría que es una amalgama.. De eso se trata, no de ser antisistema, sino de ser una alternativa diferente al circuito”, dice Brenda Lucia Ortiz Clarke, fundadora de BLOC Art. Asimismo, considera que se han convertido rápidamente en un referente de la nueva generación de galerismo a nivel internacional bajo el mismo gran objetivo: la democratización de las artes.
La curadora invitada por BLOC Art Perú, Jana Ugaz, detalla sobre la exposición que, “es ineludible y lo será por un tiempo, mencionar la nueva normalidad en la que ahora vivimos, pues toda creación o reflexión reciente – intencionalmente o no- la tendrá de telón de fondo. En ese sentido, aunque en esta oportunidad trate de evitarlo como conductor central, el hilo curatorial entre las obras seleccionadas desde BLOC Art, para MIA Art Collection, estará de todas maneras enmarcado en este presente ficcional. Por lo tanto, aún cuando las piezas escogidas no hayan sido realizadas en confinamiento, ni estén cargadas de ansiedades, miedos colectivos o paranoias, es curiosa la línea que dibujan al contraponerlas y escribir sobre ellas desde el hoy en un escenario pandémico. Las artistas presentadas no forman parte de un colectivo ni pertenecen todas a la misma generación, escuela o ciudad. Comparten el ser peruanas, mujeres, entre ellas algunos medios, pero sobre todo -me parece- se cuestionan todas, cada una de manera particular, sobre su rol como creadoras y también como creación propia.”
Las artistas participantes son: Aisha Ascóniga, Carmen Reátegui, Claudia Caffarena, Elizabeth Vásquez, Ivet Salazar, Sandra Cáceres Simons, Verovcha. Y bajo la curaduría de Jana Ugaz, ella explica la exhibición de la siguiente manera:
“El trabajo de Aisha Ascóniga (Lima, 1989) abre la muestra y reclama de manera directa y sin filtro, la manipulación de lo naturalmente perfecto y esta búsqueda (¿tal vez ahora ligeramente más justificada?) de inmortalidad.
Sandra Cáceres (Arequipa, 1977), se reconoce experimentando con lo todavía vivo en la lana, en este proceso permeable que de alguna manera le permite jugar a encontrar el origen de la vida o incidir como creadora en su proceso evolutivo.
Ivet Salazar (Lima, 1990) -artista invitada- busca mas bien rendir homenaje. A través del tejido se conecta al pasado, y literalmente hila posibilidades, tal vez sana heridas, entre su abuela y ella misma. Que importante, ahora más que nunca, valorar esa identidad heredada.
Y en esta exploración de identidad y homenaje al pasado, se enmarca también la obra de Claudia Caffarena (Lima, 1977), con un proyecto que hoy nos suena urgente; gratitud y reciprocidad a la madre tierra.
Es entre estos símbolos e imaginario cultural heredado en donde se sitúa la propuesta de Elizabeth Vásquez (Lima, 1990). Su trabajo busca descifrar e interpretar desde la modernidad, un sistema de lenguaje pre-colonial, que se mantiene vigente en nuestra memoria colectiva; en textiles, objetos, sonidos, mitos.
Se suman a este mito real-mágico creado, las obras de Carmen Reategui (Lima, 1946) que confrontan al espectador con un erotismo casi religioso pero de ninguna manera inquietante, mas bien íntimo, confesional, estético, de alguna forma sin culpa.
Finalmente, Verovcha (Lima, 1994) bordea sensualmente los mismos cuerpos y completa este circulo virtual de creación, con sus alegorías a la fertilidad, la naturaleza y el ser humano.
Y hoy, a través de una pantalla ¿Qué discursos tejemos que nos permitan aceptar esta nueva distancia entre una y todo? ¿Cómo manejar esta fragilidad, (pareciera que recién ahora) comprendida de lo vivo? ¿Cómo se renuevan los miedos, a través de que nuevo filtro sentiremos sus obras?
No encontraremos respuesta a las preguntas existenciales que tan humanamente nos angustian, pero puede que baste tan solo con la propia conciencia del cuestionamiento… y qué mejor que ésta búsqueda termine en producción artística, que a su vez, genere inquietud en la otra.”