Por Aleu Campos
La maquillista y hairstylist ecuatoriana Karla Quiñonez León está redefiniendo la belleza desde Londres, con un lenguaje visual cargado de identidad y color.
Desde la nominación en los British Fashion Awards hasta la creación de La Cultur4, Karla apuesta por un arte que representa, conecta y celebra lo latino.
Karla Quiñonez León ha construido un lugar propio en la industria de la moda y la belleza internacional. Nacida en Ecuador, criada en Bélgica y hoy establecida en Londres, Karla entiende el maquillaje y peinado no solo como estética, sino como un manifiesto artístico y cultural.
Además, es fundadora de La Cultur4, plataforma que celebra la creatividad latina y amplifica voces muchas veces excluidas de los circuitos tradicionales. Con su proyecto y trabajo, Karla busca que el arte latino sea visto y respetado en el mismo nivel que cualquier otro.
En esta entrevista, Karla comparte su visión sobre el arte y la belleza como espacios de libertad y representación.
¿Qué papel juega la experimentación en tu proceso creativo?
KQL: Es lo más importante. Ya no me pongo tantos límites y me empujo a mí misma a probar nuevas formas de expresión. Creo que como artistas visuales no tenemos por qué quedarnos en una sola vía: podemos explorar, cambiar y reinventarnos. Para mí, el color siempre ha sido vital, quizá por mis raíces sudamericanas. Me gusta que los tonos que uso transmitan cómo me siento y, al mismo tiempo, permitan a otros reconocerse.
Tu herencia cultural ecuatoriana aparece constantemente en tu trabajo ¿Cómo la integras?
KQL: Casi todo lo que hago tiene un reflejo cultural. Soy una mujer negra, y eso ya es lo primero que se ve. He vivido racismo en Ecuador, en Europa y también en la moda. Por eso mi trabajo busca que otras personas que no se han sentido representadas, puedan verse. Cuando me dan libertad creativa, siempre incluyo algo de nuestra cultura. Para mí, ser latina lo es todo; es mi raíz y mi fuerza para crear.
Has fundado La Cultur4. ¿Cómo nació y hacia dónde quieres llevarla?
KQL: La Cultur4 comenzó como un sueño en 2020 y desde 2023 la he hecho crecer más. Es un espacio donde artistas latinos pueden mostrar su trabajo, conectar y sentirse parte de algo. Hice una exhibición en Londres, «Para Ecuador con amor», donde quería que la gente se sintiera en casa: había café, música, conversación, comunidad. Creo que estos espacios son necesarios para que los migrantes no se sientan invisibles. A futuro quiero que La Cultur4 crezca en podcasts, más exhibiciones y oportunidades laborales para nuestra gente.
Fuiste la primera ecuatoriana nominada en los British Fashion Awards. ¿Qué significó para ti?
KQL: Lloré. Pensaba que ese reconocimiento me llegaría en cinco años, no tan rápido. Al inicio dudé, me pregunté si lo merecía. Pero luego repasé lo que había hecho: trabajar con artistas increíbles, colaborar con revistas de moda, darlo todo. Y entendí que sí, me lo merecía. Más allá de mí, fue un orgullo para Ecuador. Somos un país pequeño y a veces olvidado, pero hay talento, y esa nominación lo hizo visible.
¿Cómo ves el rol de la comunidad latina en la moda y la belleza hoy?
KQL: Estamos creciendo rapidísimo. En Nueva York, diría que el 80% de los top makeup artists y hairstylists son latinos o pertenecen a otras minorías. El internet nos ha dado visibilidad. Ya no nos pueden esconder. Por eso siempre digo: posteen, compartan su trabajo, no tengan miedo. Nunca sabes quién puede ver tu arte desde el otro lado del mundo.
¿Qué consejo le darías a quienes quieren abrirse camino en la industria creativa?
KQL: Lo más difícil no es entrar, es creer en uno mismo. El mundo ya es duro, no podemos ponernos más barreras desde adentro. Atrévanse, aunque sea con pocos recursos. Yo hago mucho con reciclaje, con lo que tengo a mano. No se comparen con quienes llevan veinte años en la industria. Sean pacientes, pero constantes. Lo importante es no dejar de intentarlo.
Karla Quiñonez León es prueba de que el arte va más allá de la técnica: es identidad, resistencia y comunidad. Desde Londres, pero con el corazón en Ecuador y en toda Latinoamérica, su obra nos recuerda que la belleza también es un acto cultural.



