De Rocky Horror a Scream: 4 películas clásicas de Halloween que marcaron el estilismo dentro del género

Por Diego Gomez

Puede que cualquier celebración o fiesta de Halloween esté fuera de nuestro radar este año, pero pasar la noche del 31 viendo algunas de las mejores películas de terror y suspenso jamás realizadas puede ser una opción quizás igual de emocionante. A continuación, te presentamos una lista de películas clásicas de este día, cuya dirección de arte (entendida como la combinación de elementos estéticos para reforzar aquello que se narra) ha marcado un antes y un después en el género.

THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW (1975)

La extravagancia llevada a su máxima expresión. Para quienes no estén familiarizados con este clásico de Halloween, la película cuenta las experiencias de una —muy estereotipada— pareja americana, Brad y Janet, quienes inocentemente buscan ayuda de los habitantes de un castillo cercano después de que su auto se avería, pero terminan encontrándose con una cautivante variedad de personajes, cada uno más peculiar que el anterior. 

Entre lentejuelas, perlas y maquillaje desalineado, los habitantes del castillo no solo se ganan a la audiencia con sus alocadas ocurrencias e inherente carisma, sino que también dejan una valiosa lección a su paso. Frank, Columbia, Janet y Brad nos enseñaron que está bien ser “raro”. Está bien no encajar y ser diferente. Pero sobretodo, está bien ser tú mismo. Esa capacidad de reflexión y autoaceptación es la que ha provisto a The Rocky Horror Picture Show el estatus de película de culto, consagrándose como un fenómeno cultural que sigue vigente a casi cincuenta años de su estreno. Y, casi religiosamente, cada 31 de octubre miles de entusiastas alrededor del mundo intentan recrear los icónicos looks de los personajes, que combinan elementos de la estética kitsch y camp en un travieso juego de estilismo. Incluso, se dice que el vestuario de la cinta (sobretodo las medias de red rasgadas y el cabello decolorado) influyó directamente en el desarrollo de la moda punk rock.


THE SHINING (1980)

Desde la corbata con motivos laberínticos que utiliza Jack al inicio de la cinta —que funciona como un presagio del destino de los personajes—, hasta las largas y cerradas habitaciones del hotel que se utilizan para crear una atmósfera casi claustrofóbica, todos los aspectos de la dirección de arte apuntan a un objetivo en común: incomodar al espectador. Tal como se ha mencionado en diversas revistas especializadas, The Shining es “un desafío directo para cualquiera que la mire”, y dicho mérito se logra a través de una meticulosa disposición de los elementos.

Y no solo a través del vestuario y la dimensión espacial, sino también mediante un complejo sistema cromático que acompaña el desarrollo de la película y que funciona a través del contraste y oposición entre tonos rojizos, blancos, azules o policromías, para resaltar las sensaciones de soledad, violencia o locura de la que son víctima no solo los personajes, sino también el espectador. Así, la coloración, el vestuario y los espacios se articulan para generar sentido y potenciar la expresividad en el plano visual. Sin duda, un uso magistral de los elementos estético-visuales que todo fanático del género debería experimentar.


A NIGHTMARE ON ELM STREET (1984)

Aún siendo el primer rol protagónico de Johnny Depp, la verdadera estrella de este film es, definitivamente, Freddy Krueger (Robert Englund). Aunque apareció en la película sólo en momentos cruciales, el asesino se caracterizó más por su silueta inquietante que por sus diálogos. Y parte esencial de este logro fue el vestuario con el que se diseñó al personaje. Incluso sin el guante de cuchillas, el mínimo vistazo de un suéter a rayas andrajoso, agujereado y deshilachado en los bordes, junto con un sombrero fedora maltratado, es suficiente para reconocer el personaje y sentir cómo el cuerpo se escarapela. Una razón clave de esto fue que, para que la imagen de Krueger se mantenga en la mente del espectador, Wes Craven eligió los dos colores más difíciles de procesar por el ojo humano (verde muy oscuro y rojo) y los utilizó para diseñar el vestuario del personaje.

El diseño de vestuario del asesino, con garras y un desgastado suéter a rayas trasciende por sí solo, pero su rostro desfigurado es lo que realmente define la estética del personaje. Hasta ese entonces, los villanos de las películas de terror eran siempre enmascarados, como Leatherface (Texas Chainsaw Massacre), Michael Myers (Halloween) o Jason (Friday the 13th). Pero el actor que dio vida a Freddy nunca usó una máscara. En realidad, se sentaba en la silla de maquillaje durante más de tres horas para conseguir la apariencia de piel quemada. Al mostrar su rostro al descubierto, Freddy Krueger no solo logró aterrorizar a más de una generación, sino que revalorizó el rol del maquillaje dentro del cine de terror, rubro en el que el uso de esta indumentaria había sido poco explorado hasta ese entonces. Sin duda alguna, Wes Craven sabía muy bien que una película de terror es tan buena en la medida que su villano también lo sea.


SCREAM (1996)

What ‘s your favorite scary movie?… Con el estelar de Neve Campbell, Courteney Cox, Rose McGowan y Drew Barrymore, la primera cinta de la saga Scream tuvo un significativo impacto en la industria cinematográfica, al revivir y sentar las bases de una nueva forma de terror en una época en la que el género se encontraba gastado y saturado de clichés. Gran parte del éxito de la cinta se debe, además del guión, a la popularidad alcanzada por Ghostface, el asesino serial de la saga. No por nada el disfraz se ha hecho con el infame título de ser el más usado y vendido en los Estados Unidos durante la noche de Halloween.

El diseño de la máscara está inspirado en la pintura “El grito”, del pintor expresionista Edvard Munch, pero también toma rasgos de los personajes fantasmagóricos presentes en las primeras series de Betty Boop, así como de la enigmática figura de la portada del álbum The Wall, de Pink Floyd. Juntando estas tres referencias, y en estrecha colaboración con Wes Craven, se creó una máscara completamente blanca, que muestra a un ente gritando y llorando al mismo tiempo. Tal como señala Brigitte Sleirtein, diseñadora de vestuario de la cinta, esta ambivalencia de emociones (a las que se suman la burla y el tono macabro del personaje) hacen que la máscara posea “una mirada horrible, triste y frenética al mismo tiempo”, como si estuviera reflejando la sorpresa y el terror de la víctima a punto de ser asesinada.  Aunque sea en la pantalla grande o en un disfraz de Halloween, lo cierto es que la máscara de Ghostface se quedará mucho tiempo entre nosotros, pues la quinta película de la saga verá la luz en los primeros meses de 2022..

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