Por Andrea Andrade
Imagen Cortesía PUNA Studio
En una antigua casona del centro histórico de Barranco, Puna muestra la esencia del arte peruano contemporáneo inspirado en la cultura prehispánica. Yerko Zlatar, uno de sus artífices junto a Mariana Otero, nos cuenta cómo comenzó todo y a dónde apunta esta revalorización del arte.
El humano sin arte no sería humano. Para Yerko Zlatar el arte es una cualidad adherida a nosotros –aunque no lo creamos–. En el caso del diseño de interiores, se ve reflejado en cómo uno selecciona las texturas, los colores, la composición de color y de formas. “Siempre tiendo a imaginarme los espacios como si fueran un gran cuadro, como una instalación de arte, entonces todo tiene un porqué”.
La historia comienza en la ciudad imperial, Cusco, cuando en el 2009 los artistas Mariana Otero y Yerko Zlatar deciden comenzar su propia tienda de artesanías, debido a lo repetitivos que resultaban los souvenirs que encontraban. “Decidimos crear una tienda y ofrecer productos que sean bien peruanos, pero al mismo tiempo actuales”, agrega. Es ahí cuando Puna nace.
Rechazaban ser una tienda de arte convencional, querían brindar toda una experiencia, crear un movimiento cultural. Las personas se quedaban en la tienda conversando, escuchando música y conociéndose. A la par realizaban exposiciones y talleres que terminaban en fiestas: “Nos sirvió para conocer a más artistas, porque se pasaban la voz y mucha gente quiso empezar a ofrecer sus cosas en la tienda. Eso fue el comienzo de Puna, luego nos dimos cuenta de que queríamos empezar a producir nuestras propias cosas”.
Después de cumplir su misión de descentralizar el mercado de arte moderno fuera de la capital, era momento de regresar. Abrieron la primera sede limeña de Puna frente a la Huaca Pucllana y cada uno empezó a dedicarse a su propio campo, por un lado Mariana con el diseño de interiores y Yerko con las artes plásticas. Hasta que se dieron cuenta que podían comenzar otro proyecto uniendo sus habilidades: “Nació Puna Estudio, que brinda soluciones de branding o diseño de interiores, como algo integral”.
Desde el logo hasta el diseño de los muebles. El proceso creativo de Puna Estudio comienza con “darle alma” e historia al lugar que van a decorar. “Hace poco hicimos el branding de un restaurante que ha abierto en una casa emblemática de Barranco. Entonces le pedí que me cuente la historia de la casa y en base a eso creamos un nombre, un logo y la decoración interior con imágenes, el cliente quedó muy feliz”, nos cuenta Yerko.
Sin perder la costumbre, y a la par de su trabajo como estudio, Yerko y Mariana continúan elaborando dos colecciones que incluyen cerámica, prints decorativos, polos, alfombras, entre otros. Trabajos que continúan llamando la atención debido a sus características artesanales.
Con las metas claras, Puna sabe que el próximo paso es la internacionalización. La gran demanda de parte de consumidores conscientes cuyos intereses radican en los valores de sostenibilidad de toda la cadena de producción, hace que Puna sea una oferta perfecta para este nicho, logrando el reconocimiento y valorización del arte peruano en el mundo.