Capturada por todo un equipo local, liderado por el fotógrafo peruano Stefano Garay, nacido en Cusco y quien reside actualmente en Milán, esta editorial no solo es un testimonio del potencial de Cusco como epicentro de moda, sino también un llamado a reconocer y valorar el talento local fuera de Lima.
Fotografía y dirección de arte Stefano Garay
Styling Arcio Collantes
Modelo Q’oyllor Blaz Perez
Maquillaje Gimena Corimata
Asistente de fotografía Ruben Anara Apaza
“Tuve la suerte de nacer en Cusco. No tuve la misma suerte de crecer allí. Solo me tomó 5 años de mi vida (de los 16 a los 21 años) en Cusco para descubrir mis raíces y sentirme orgulloso de ser cusqueño, orgulloso de sus tradiciones, música, gente, historia, cultura y costumbres. Es de esta combinación que surge la idea del proyecto: resaltar mi ciudad natal y sus tradiciones, pero sobre todo resaltar la moda cusqueña”, menciona Stefano.
Las prendas folklóricas de Cusco, ricas en colores vibrantes y texturas evocadoras, nos cuentan historias de la época prehispánica. Las comunidades andinas han mantenido técnicas ancestrales de tejido y teñido que han perdurado hasta nuestros días. Estos tejidos no solo reflejan la esencia y singularidad de los Andes, sino también sus fibras milenarias como la lana de alpaca, baby alpaca, vicuña y llama, animales cuya crianza, aunque amenazada por el cambio climático, sigue siendo bastión para las creaciones de moda en todo el mundo.
“A pesar de que el cambio climático hace más compleja la crianza, estas comunidades buscan mantener viva esta fuente de sustento. A partir de aquí, comencé mi búsqueda de marcas y diseñadores cusqueños que hayan optado por no industrializar su trabajo, sino que hayan optado por trabajar con estas comunidades andinas para mantener la autenticidad indígena. Todo el proyecto se ambienta en los lugares cotidianos de la gente del Cusco, como el Mercado de Wanchaq, la calle comercial San Pedro o el mirador de San Blas, eligiendo cuidadosamente las prendas según el contexto. Quería crear una conexión entre la vestimenta tradicional de las mujeres andinas del pasado con la visión de la nueva generación para crear una fusión que represente la historia y el presente”, afirma el fotógrafo.