Diversos sectores, como la industria de la moda, han pronunciado su rechazo hacia la guerra entre Rusia y Ucrania, y diferentes posiciones fueron tomadas por diversas marcas, en pro de la solidaridad. Pero ante esta situación, ¿cómo la coyuntura actual influye en la industria de la moda?
Por Camila Zingler
Las semanas de desfiles en Milán, París, Nueva York y Londres a fines de febrero fueron sorprendidas con la invasión rusa al territorio ucraniano, el día 24 de febrero. La industria de la moda, con gran influencia en comunicar el contexto en el que se inserta la sociedad, no tardó en pronunciarse en redes sociales. Varias marcas importantes de la industria han pedido el fin del conflicto y están tratando de aislar económicamente al país de Putin.
Debido al contexto actual, muchos se centran en lo que sucede alrededor del mundo, y la moda en este momento de eventos trágicos, puede ser vista como algo innecesario o superficial. La ocasión también puede hacer que las personas consuman con mayor precaución, lo que podría ser un factor económicamente preocupante para el mercado. Sin embargo, el calendario continuó y por más que su significado sea, de cierta forma, irrelevante en el momento, la industria también empieza a sentir los cambios debido a las implicaciones económicas de la situación actual.
La moda bajo una nube de guerra
El primer gesto significativo, se produjo con el desfile de Giorgio Armani, a través de la presentación de su colección otoño-invierno 2022-2023 durante la Semana de la Moda de Milán. Armani anunció que su desfile, totalmente silencioso, fue un gesto de solidaridad y un “símbolo de respeto hacia todas las personas que se encuentran envueltas en la desgraciada tragedia”. Tras el evento, varios diseñadores y celebridades como Angelina Jolie, Penélope Cruz, Priyanka Chopra, Jared Leto y Leonardo DiCaprio también expresaron, en redes sociales, su apoyo a todos los ucranianos. Asimismo, algunas marcas renombradas también expresaron su solidaridad con los afectados.
Balenciaga, nos regaló un espectáculo con una dedicación especial a Ucrania. El desfile, fue realizado en medio a una fuerte tormenta de nieve y viento artificiales. Los modelos, con cierta dificultad en desfilar, llevaban consigo carteras que parecían bolsas de plástico, remitiendo a los refugiados que cargan consigo lo sumamente necesario. La paleta de colores se limitó al blanco y negro y los dos últimos looks de la colección eran siluetas monocromáticas con los colores de la bandera ucraniana. Según Demna, director creativo de la marca, la guerra en Ucrania desencadena el dolor de su pasado traumático, cuando sucedió lo mismo en su país de origen. Para él, el desfile de nieve de Balenciaga no necesita explicación. “Es una dedicación a la valentía, a la resistencia y a la victoria del amor y la paz”, comentó.
Isabel Marant, por otro lado, presentó su nueva colección en la semana de moda de París, usando una sudadera con los colores de la bandera de Ucrania. Además, colaboró con una donación a ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y también a UNICEF.
Chanel por otro lado, anunció en sus redes sociales una donación de 2 millones de euros para organizaciones que ayudan refugiados en las fronteras de Ucrania. Asimismo, diversas marcas decidieron actuar sobre la crisis de manera más práctica. Hermés, fue la primera marca de lujo en anunciar que cerrará todas sus tiendas en el territorio ruso, así como el grupo H&M, que optó por parar temporalmente todas las ventas en Rusia y el cierre de las 170 tiendas ubicadas en todo el país. El grupo de moda también se unió a los llamados por la paz con donaciones de ropa y otras necesidades a los afectados.
Todos los ojos en Ucrania
Las acciones de algunas de las principales marcas en el mercado ya han caído debido al conflicto. En el caso del grupo Kering (Balenciaga, Gucci, Saint Laurent, entre otras) y LVMH (Louis Vuitton, Fendi, Christian Dior, Bulgari, entre otras) las acciones ya bajaron un 5% desde el inicio de la guerra, mientras que las acciones de Hermés un 3%. Por otro lado, Richemont, la empresa matriz de Cartier y Van Cleef & Arpels, fue la más afectada por la guerra, ya que sus acciones redujeron un 7%.
Según la empresa francesa Exane BNP, una de las mayores preocupaciones para el mercado de la moda europeo es que la guerra podría desencadenar un “factor de culpa” entre los consumidores de lujo, ya que muchos de ellos no se sienten cómodos comprando o usando productos de gran calidad en un contexto tan trágico.
La industria de la moda latinoamericana aún no se ha visto directamente afectada, pero hay grandes posibilidades que se presenten en un futuro próximo. A pesar de todo esto, pueden existir algunas alternativas para minimizar las consecuencias que vendrán a causa de la guerra, como enfatizar en la producción regional y por supuesto, buscar nuevas alternativas comerciales vinculadas con los países latinoamericanos.
Europa está en guerra y es imposible no sentir el clima desde lejos. Es común que en medio de este contexto nos preguntemos cómo podemos ayudar a los perjudicados. Quizás el mundo piense que la moda, en este momento, no tiene relevancia, pero la verdad es que es una industria con mucho alcance. Y eso va desde la influencia que tenemos en el ámbito cultural, como en lo político y económico. En tiempos de crisis, es fácil descartar este poder y llamarlo superfluo. Sin embargo, podemos utilizarlo para alzar nuestras voces, promover un consumo más consciente y empático; y lo principal, compartir –de alguna u otra manera– nuestra solidaridad con el pueblo ucraniano.
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