PRADA REOPEN

Por Andrea Andrade

Al igual que la mayoría de casas de moda, Prada se vio obligada a cerrar todas sus fábricas cuando ocurrió el brote de coronavirus. Sin embargo, al ser una firma que constantemente marca un antes y un después en el mundo de la moda, la etiqueta italiana parece estar teniendo un nuevo comienzo abriendo una de sus fábricas en Toscana, y dando la bienvenida a 300 miembros del personal para que vuelvan a trabajar.

El universo Prada se alza sobre una filosofía de sofisticación desde hace más de cien años. Piezas que empiezan desde procesos minuciosamente diseñados y perfectos, pero esta vez, lo que están desarrollando en Prada es algo mucho más fundamental: un proceso de producción en épocas de COVID-19.

Desde un principio se consideró en cómo mantener a sus empleados a salvo del virus cuando volvieran al trabajo. Patrizio Bertelli, CEO de Prada Group, explicó que inmediatamente buscaron el asesoramiento de las principales instalaciones de atención médica y de los proveedores especialistas de vanguardia para identificar la tecnología médica de primer nivel actualmente disponible para salvaguardar la salud de sus empleados.

Hablar de Prada, es hablar de mucho más que moda. Demostrando que el capital humano es su activo más valioso, no piensan arriesgarse con la salud y el bienestar de su personal. Por ello, en asociación con el hospital Careggi de Florencia, están equipándose de suficientes pruebas de anticuerpos y virus para que cada empleado tome cada mes, lo que será una inversión significativa.

“Estamos obsesionados con hacerlo bien. Tenemos que volver a la vida, y la única forma de hacerlo es tener la protección adecuada y estar seguros”, explica para Vogue, Lamberto Berti, director de relaciones laborales de la fábrica de Valvigna, Toscana.

Las nuevas medidas también incluyen horarios reducidos, o divididos en múltiples turnos, para garantizar el acceso ordenado a los sitios y mantener la separación de dos metros. A los empleados se les toma la temperatura diariamente, y deben usar guantes y mascarillas durante la duración completa de su turno. Además, todas las estaciones de trabajo se suministran con gel desinfectante, y los espacios se desinfectan dos veces al día.

Este es un proceso largo y meticuloso. Un nuevo elemento clave, es que “ahora existe una estrecha cooperación para garantizar que el distanciamiento no se rompa. Entonces, si un colega le pasa una bolsa a otro, la deja junto a su máquina, retrocede y el colega se adelanta para tomar la bolsa ”. explica Daniele Eclizzetta, gerente de capacitación técnica en el departamento de artículos de cuero de la fábrica de Toscana.

“Es muy importante hacer todo esto porque así tus empleados saben que están trabajando en un entorno seguro. Después de todos esos días de encierro,
todos estaban preocupados. Pero una vez que vean estos procedimientos, comprenden que estamos comprometidos a garantizar su seguridad. Si te vas de casa, subes a tu auto, vas a trabajar y luego vuelves con tu familia, este conocimiento hace una gran diferencia”, agrega Berti en la nota de Luke Leitch para Vogue.

Cuando se observaba la posibilidad de volver a trabajar, Lamberto Berti concluye agregando que todos los empleados de Prada estaban muy preocupados por el futuro y, por supuesto, todavía lo están. Es un proceso que se debe realizar con mucho cuidado y seriedad. Pero la valentía de dar ese paso, de salir de nuevo a trabajar, ha sido una experiencia muy emocional en medio de un momento difícil para todos los que se esmeran en que Prada siga adelante.

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