MACALO engendra a la tapada limeña contemporánea

Por Valeria Ghersi

La rebeldía y la protesta toman forma física a través de plumas, encaje y cuero.

MA CA LO, una palabra tri-silábica que se desliza con facilidad. Proviene del nombre de su fundador Mauricio Cabrera Lozano, lo cual tiene mucho sentido ya que estos necesitan el uno del otro para completarse. Mauricio es Macalo y Macalo es Mauricio.

Usando una máquina de coser que antes pertenecía a su abuela, Cabrera empezó a diseñar a finales del 2016 creando ropa para sí mismo. Luego evolucionó a crear una selección de piezas, queriendo presentar algo más coherente con un estilo que sentía que faltaba dentro del mercado de moda peruano. A sus 18 años trabaja con una estética más experimental en Macalo mientras que simultáneamente estudia Arte, Moda y Diseño Textil en la Universidad Católica. Su proyecto de diseño no se etiqueta a sí mismo como genderless o androgynous, si no como “gendermix”, un concepto creado por Cabrera, el cual siente que expresa mejor lo que hace con su trabajo. “Siento que el término genderless es sin género pero a mi me encanta mezclar elementos de las diferentes vestimentas de géneros, me gusta que esté presente ese juego de ideas. Por eso hablando con una colaboradora de Macalo se nos ocurrió el concepto de gendermix. Es interesante y algo muy propio”. Del lado de menswear se enfoca en la sastrería, mientras que de womenswear le gustan los detalles, el volumen y la variedad de materiales.

Siento que el término genderless es sin género pero a mi me encanta mezclar elementos de las diferentes vestimentas de géneros, me gusta que esté presente ese juego de ideas. Por eso hablando con una colaboradora de Macalo se nos ocurrió el concepto de gendermix. Es interesante y algo muy propio.”

Al ser autodidacta, Cabrera revela que no sigue un proceso fijo al desarrollar una colección. Al contrario, el diseñador limeño abraza y valora el desorden que se crea de la mezcla enmarañada de diversas fuentes de inspiración con las cuales comienza, y que después pule, examina e investiga a profundidad. Esta energía caótica es muy característica de Cabrera y se refleja en la estética de la colección. “Yo soy de recoger cosas interesantes que encuentro en la calle. Si es gratis, es mío. [se ríe] Es la forma más honesta para dar esta idea de la ciudad porque son parte de ella. Me siento muy identificado con Lima y el ritmo que sigue. Entre estos materiales se crea un nonsense que siento que representa las relaciones de la gente de esta ciudad. Los contrastes en Lima están muy presentes y eso me ha inspirado en todo lo que hago”. Aquello puede incluir placas o carteles de ciclo vías descartados, posters publicitarios pegados en la pared de una avenida y hasta anuncios pisoteados de chamanes abandonados en la vereda. Estos objetos son combinados con diversas referencias visuales; para su última colección estas referencias vinieron del movimiento Subte, el Punk y la tapada limeña. Aunque pueden parecer temas muy contrastantes, todos tienen en común la idea de usar el cuerpo y la vestimenta como una herramienta de expresión política y de liberación.

Para esta colección el mensaje era contextualizar a la mujer que era la tapada y cómo ella a través de la vestimenta pudo tener una voz política en el contexto de Lima en el siglo XVI hasta el XIX…

“Para esta colección el mensaje era contextualizar a la mujer que era la tapada y cómo ella a través de la vestimenta pudo tener una voz política en el contexto de Lima en el siglo XVI hasta el XIX. También me pareció interesante cómo este estilo no fue una moda sino una tradición porque duró más de tres siglos, varias ideas salieron de eso…” cuenta Cabrera. La tapada contemporánea creada por el diseñador se basa en las diferentes mujeres limeñas –no necesariamente por nacimiento– que emigran a la capital de todas partes del Perú y del mundo, incluyendo a la mujer andina, la mujer de la selva, la mujer Nikkei y a muchas otras que agregan diversidad y contrastes a la ciudad. “Quería representar a la mujer limeña de ahora, no en cuanto a cómo se viste porque lo que he presentado no es la realidad, pero es una fantasía de la tapada en el mundo moderno.”

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Cabrera se zambulló en una miríada de textos y artículos sobre la proveniencia árabe y española del estilo de la tapada y la simbología de las prendas que esta usaba, como la función política de la saya. Uno de los textos que más lo influenció fue ‘La Liberación y el Desquite‘, del cual sacó el nombre de la colección, escrito por Zulma Sacca y Raquel Espinosa. “El texto hablaba de las tapadas y cómo utilizaban el anonimato como una herramienta de liberación, porque podían salir a las calles y no ser reconocidas por sus esposos o ser las personas que querían ser, reforzando que a través de la ropa puedes vivir la ilusión de esta vida que no tienes”. También exploró archivos fotográficos de la época, como el del estudio fotográfico de los conocidos hermanos Courret.

Decidimos representar a la tapada mezclada con la energía que te da el punk y además interpretar este anonimato. La idea de no saber qué hay debajo de la tapada fue una herramienta para crear un personaje más mágico. Todo el mood se ajustaba a la energía que nos daba la música.”

Aprendió sobre el Subte limeño a través de uno de sus tíos, quien era parte de movimiento y también tenía una Fanzine en la época. Esta ideología, que estaba influenciada parcialmente por el Punk Británico, tomó fuerza a mediado de los años ochenta, una época en la cual Perú pasaba por una crisis económica, inestabilidad política y sangraba por el terrorismo. “Tienen un mensaje, una razón por la cual vestirse como se visten, que en el contexto era que estaban en contra del terrorismo pero al mismo tiempo en contra de cómo el estado estaba manejando las cosas”.

Igualmente, Cabrera se interesó en el movimiento Punk por su ideología, “Esta idea de defender lo que es correcto y estar conscientes de que en el contexto actual las cosas no están bien. No podemos ignorar eso, no me gusta hacerme ciego a los problemas actuales”. Ambos grupos anti-establecimiento expresaban sus pensamientos sin timidez alguna y esto se reflejaba en toda su existencia. Desde su forma de vestir hasta su forma de comportarse. Aquello inspiró a Cabrera, quien referencia y reinterpreta la estética y actitud de ambos movimientos en su colección.

“Fue súper explosivo al inicio y no sabía cómo llevarlo. Ahora que he madurado y pienso más en cómo manejar las cosas, pienso en Macalo como un proyecto de diseño hasta que termine de estudiar y esté preparado para llevarlo como marca.”

Las prendas fueron trabajadas con el apoyo de Lorgio Valles, que ayudó a producir las piezas de algodón, y Omar Carrillo, quien se encargó de los estampados. Usaron mayormente negro, su color favorito, con algunos toques de blanco, rosado y gris, colores que tenía a la mano o de telas que le llamaron la atención. Compró ropa de segunda mano de denim y cuero las cuales alteró para darles una nueva vida, usó pastillas de crochet que encontró en Gamarra, convirtió una foto antigua de su abuelo y sus hermanos en tela, estampó una falda con un print blanco y negro basado en la caligrafía de los pósters chicha, y se divirtió contrastando materiales como la tela deportiva y plumas de avestruz, o cuero y tela Príncipe de Gales, combinación que una chica lucía en una foto que vio de No Helden, un bar Subte de los ochentas. Todos estos elementos evocan el sentimiento de familiaridad u hogar para Cabrera, ya sea refiriéndose a un vínculo directo con sus parientes o a su conexión con la ciudad de Lima.

Las siluetas dentro de la colección también cargan mucho simbolismo. Hacen referencia no solo a las diferentes formas de vestir que Cabrera observa en las calles limeñas, sino también, a través de los volúmenes y las formas, a la grandeza del personaje de la tapada. El diseñador separó y reinterpretó elementos del look histórico como los faldones o las sayas y jugó con la idea de exponer la crinolina, solo cubriéndola con tul, para resaltar la idea de una “tapada destapada”, experimentando con qué mostrar y qué ocultar. Cubrió las cabezas y en ocasiones la cara completa, para que la tapada contemporánea, al igual que la original, pueda ocultar y adaptar su identidad.

Hay bastantes diseñadores con propuestas fuertes pero siento que lo que le gusta al peruano es lo de afuera. Falta una red de apoyo donde todos puedan crecer y además que el público entienda estas ideas de diseño que no son necesariamente comerciales.”

El viernes 3 de Julio, Macalo presentó un video mostrando su segunda colección a través de Virtuality by NABA. Jorge Anaya estuvo a cargo de la dirección, Renzo Cipolla manejó la cámara y se encargó de las post-producción; y el maquillaje y peinado fueron realizados por Winie Calvay. “Decidimos representar a la tapada mezclada con la energía que te da el punk y además interpretar este anonimato. La idea de no saber qué hay debajo de la tapada fue una herramienta para crear un personaje más mágico. Todo el mood se ajustaba a la energía que nos daba la música”. Confió en DJ Sentimiento y KXRNEA para el soundtrack. “Son DJs no binaries y amigues querides. Ya conozco su trabajo y les dije, ‘Yo confió en ustedes, interpreten la colección a su estilo”.

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El uso del sonido sumado al estilo de edición, resultaron en un intenso y extático video canalizando la esencia rebelde del mítico personaje creado en la cabeza de Cabrera. “Fue súper explosivo al inicio y no sabía cómo llevarlo. Ahora que he madurado y pienso más en cómo manejar las cosas, pienso en Macalo como un proyecto de diseño hasta que termine de estudiar y esté preparado para llevarlo como marca”, cuenta Cabrera. El diseñador también está enfocado en descolonizar sus referencias y hacer diseño nacional que no sea guiado por la visión que tienen los países Europeos, “Veo que el diseño local se limita mucho a una idea conservadora de lo que es la moda, algo más exagerado es lo que falta y ahora como aún no estoy tomando una ruta comercial no tengo nada que perder. Hay bastantes diseñadores con propuestas fuertes pero siento que lo que le gusta al peruano es lo de afuera. Falta una red de apoyo donde todos puedan crecer y además que el público entienda estas ideas de diseño que no son necesariamente comerciales”.

“Creí que tenía un plan pero no. Después de haber pensado qué es lo que quiero lograr con mi diseño, ¿para qué irme si acá tengo todo a la mano? Allá el ambiente te da un acercamiento a una plataforma con más influencia, pero quiero tomar el reto de comenzar acá y construirme desde cero.”

Por ello también reconsideró y cambió su decisión de estudiar en el extranjero bajo un sistema de educación Europeo. “Creí que tenía un plan pero no. Después de haber pensado qué es lo que quiero lograr con mi diseño, ¿para qué irme si acá tengo todo a la mano? Allá el ambiente te da un acercamiento a una plataforma con más influencia, pero quiero tomar el reto de comenzar acá y construirme desde cero”. El diseñador limeño seguirá presentando su interpretación de lo que es el diseño peruano, “Que [Macalo] refleje la imagen de un gran diseñador honestamente me gustaría más, que tener dinero. Tengo mucha pasión y mucho entusiasmo por la moda. Más que verlo como un negocio lo veo como algo artístico.”

A través de la colección de Macalo visitamos brevemente un mundo donde es posible rozar la fantasía de quienes anhelamos ser. Mauricio Cabrera presenta rebeldía, exageración, decadencia y mucho drama con caras tapadas y piernas descubiertas.

Fotografía Renzo Cipolla, Producción Rafael Lovati, Dirección de arte Jorge Anaya, Styling Mauricio Cabrera, Pelo y makeup Winnie Calvay, Modelos Francesco Lovati, Micaela Kihara, María José Salcedo

Descubre la presentación a continuación:

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