Aún parece lejano el volver a encontrarnos con otras personas e interactuar sin que de por medio exista algún aparato digital. Como si buscáramos una especie de ruta de escape, no nos queda más que seguir enfrentándonos a nosotros mismos. La palabra soledad sale a relucir en nuestros subconscientes.
En esta ocasión, Aida Labrin protagoniza una serie retratada por ella misma, desde Marruecos. Lo que empezó como un viaje de 2 semanas, terminó en lo que dentro de no mucho serán ya 3 meses. Esta persona de 23 años –que se siente de 80– utiliza la herramienta del autorretrato como modo de catarsis e introspección, teniendo “la capacidad de componerse a partir de jugar con su mirada sobre ella misma.” Le resulta natural usar su cuerpo como instrumento de expresión, y la desnudez, como una forma de mostrarse sin capas en las cuales esconderse.
INTROSPExIÓN termina siendo una historia que invita a una reflexión a través de la fotografía durante el distanciamiento social. Jugando con elementos de su cotidianidad, representa lo conmovedora y variante que puede llegar a ser una soledad en la que podemos encontrar belleza a partir de lo orgánico y natural.
“Creo que Aída es un ser que evoluciona cada segundo. Es creatividad, arte, inteligencia, amor, empatía, sensibilidad, sensualidad, dulzura, libertad, compañía y coraje; y al mismo tiempo no es ninguno, porque ninguno la define, sino que la acompañan en el trayecto de su vida”, se describe a sí misma Aida. Y es que parece ser como si en estos tiempos, podemos ser todo eso y a la vez nada. Claro.. todo dependerá del humor en el que amanezcamos ante un nuevo día de encierro.
El trabajo reflexivo de la artista resulta a modo testimonial de lo que para cada uno podría ser el aislamiento, sin importar que nos encontremos a miles de kilómetros físicos, o alejados por esa misma cantidad de kilómetros mentales. Pues, la soledad puede ser inquietante, o también actuar como elemento inspirador en la que podamos disfrutar incluso de ella, hasta llegar a lo que en palabras de Aida sería “nunca me he sentido sola porque siempre me he tenido a mí.”
Fotos e introspección por Aida Labrin
Editora en jefe & Texto Majo Mundaca Zagal
Director creativo Cayetano García
