Escrito por Cayetano García
Imagen Cesar Barrenechea
El mundo tendrá un antes y un después muy marcado luego de superar esta crisis del Coronavirus. De eso no hay ninguna duda. Todo está paralizado. Un cambio drástico tanto a nivel económico, como social.
Estuve leyendo varias columnas de opinión en las que señalaban cómo este desafío global nos permitirá identificar lo que es realmente necesario y básico para el ser humano. Los significados que le asignamos a los elementos que nos rodean, también tendrán este giro radical. La industria de la moda de lujo tendrá que enfrentar un desafío.
El concepto de lo que es un artículo de lujo está siendo cuestionado.
César Barrenechea cuestiona el significado de lujo con una imagen: un rollo de papel higiénico simulando un bolso. Una fotografía que parece ser una simple broma estética, pero que termina parodiando nuestro comportamiento alarmista, sensacionalista y poco empático. Previo a que el presidente del Perú decretara el Estado de Emergencia que obligaría a todos los peruanos a mantenerse en aislamiento social, reinó la histeria de la compra compulsiva. ¿El protagonista? El papel higiénico. Y aquello inspiró a Barrenechea, quien se identifica a sí mismo como un fashion victim.
“La idea surgió con varios precedentes. Fue el hecho de ver en las redes sociales, además de en medios de comunicación, cómo es que este pánico se salía de control en ciertos ciudadanos, y cómo empezaban a comprar innecesariamente productos de limpieza, como geles antibacteriales y papel higiénico”, señala César. Miles de peruanos y peruanas corrían a los supermercados a llevarse cantidades anormales de papel higiénico. Tenían miedo; la incertidumbre del futuro llevó a que actuaran de esa manera. Muchos criticaban ese comportamiento, que a pesar de ser poco solidario y sin sentido, muestra perfectamente cómo es el comportamiento más crudo del ser humano. La supervivencia.
El rollo de papel higiénico no tiene alternativas en el mercado, no existe un sustituto a este artículo de limpieza. Nikki Edwards, de la Universidad Tecnológica de Queensland, explica que este artículo simboliza el control. En tiempos tan críticos, el descontrol creado por un virus asusta a los consumidores. “El papel higiénico es una forma de mantener el control sobre la higiene y la limpieza”, su compra en esas cantidades tan exageradas crea un fenómeno de imitación en las personas.
Mientras tanto, Brian Cook, de la Universidad de Melbourne, lo relaciona a cómo reaccionamos al estrés. “Las personas quieren tener un elemento que represente comodidad y seguridad. Para muchos occidentales hay un «factor de asco» asociado con limpiarse sin papel”, menciona. La gratificación de que estamos “haciendo algo” u ocupándose, es buscada inconscientemente en momentos de alto estrés. Es así que un rollo de papel higiénico se convirtió en el elemento de lujo más importante de las últimas semanas. Los precios incrementaron y el stock de paquetes se reducía.
“Decidí relacionar un rollo de papel higiénico con un bolso, en la moda es uno de los accesorios más caros, más finos, el que complementa todo el look. Se me ocurrió hacer un bolso, haciendo la mofa que como en estos tiempos, sería un lujo tener papel higiénico”, explica Barrenechea. La curiosidad de César lo llevó a ser testigo de este comportamiento de histeria. “Como todo producto, cuando la demanda aumenta y no hay abastecimiento, pues los precios suben. Ahora en la cuarentena, me estoy tomando más tiempo de hacer lo que me gusta: vestirme y fotearme. Se me vino a la mente el tema del papel higiénico y se me ocurrió relacionar y llevar ese pensamiento a la moda”.
Entonces, retomemos al confuso concepto de los artículos de lujo. Si nos permitimos deconstruir los significados que le damos a las cosas, podremos entender que a pesar de no ser vital en estos tiempos, el término ‘lujo’ termina siendo flexible y moldeable. Irá evolucionando, y en estos momentos de quiebre, seremos sus testigos. Es una cuestión de lenguaje y de las connotaciones humanas. Una imagen que busca mofar el comportamiento humano utilizando el lujo como herramienta, es un llamado de atención necesario. Una crítica a nuestra poca solidaridad y conciencia de quiénes son los verdaderos afectados durante este mundo paralizado.
