Por Gianfranco Suito
Hay quienes nacen para ser artistas, aquellas personas que ven el mundo de una forma especial. Carlota Guerrero es una fotógrafa y directora de arte española que está conquistando la industria con su manera única de celebrar a la mujer a través de un lenguaje visual que desarrolló a lo largo de los años.
Los ojos del mundo se postran sobre ella por primera vez cuando colabora con Solange para la dirección de arte de su álbum “A Seat at the Table”, obra que logra representar la temática de la lucha de las mujeres afroamericanas de una manera acertada y honesta. Ella se encarga de realizar dos de sus videoclips —”Cranes in the Sky” y “Don’t Touch My Hair”— así como de capturar la portada del reconocido álbum.
Recientemente, retrató a la cantante y productora venelozana ‘Arca’, para Paper Magazine. Según la entrevista en esa publicación, a través de su música, Arca pretende crear un espacio en donde pueda transmitir su mensaje sin tomar un espacio existente, “rechazando la idea de que dos cosas diferentes deben ser mutuamente excluyentes.” Esta forma de pensar no binaria no solo es vehículo del trabajo de Arca, sino que también parece alinearse con su propia filosofía de vida, pues Carlota utiliza su trabajo para visibilizar múltiples posibilidades de expresión de quienes retrata.
La fotógrafa, además ha colaborado con Givenchy, Dior y Nike, así como con Vogue España, Playboy y varios artistas ¿Pero qué explica que “una niña de Barcelona”, como ella se llamó en una entrevista, haya captado la atención internacional? Un acto que ella describe como orgánico e intuitivo es revolucionario para otros. Guerrero destaca el cuerpo femenino y su trabajo se desprende de cualquier prejuicio. Ella ve una belleza radiante en las modelos con las que trabaja y destaca la importancia de darle una voz a cada una de ellas, pues no son simples “lienzos o maniquíes”, sino embarcaciones llenas de personalidad y una historia importante para contar.
El trabajo de Carlota podría describirse como una obra intensamente personal. Para realizarlo también se inspira de las mujeres que la han rodeado durante su vida, específicamente de su madre y su hermana, así como de un grupo de amigas que también son artistas como ella: Paloma Lanna (también conocida como Paloma Wool), Camila Falquez, y Olga de la Iglesia, entre otras. “Para mí las mujeres son diosas e intento expresarlo de las máximas maneras posibles.”
Como toda gran artista, Carlota sentía algo dentro de ella que impulsaba una necesidad de ser creativa. La anteriormente mencionada Olga de la Iglesia —también fotógrafa— le regala su primera cámara analógica, y de esta forma, la fotografía se convierte en el medio indicado para romper la barrera de la vergüenza que sentía de niña cuando quería expresarse de forma artística.
Ahora mantiene una estética reconocible que se presta de lo clásico, e incluso complementa la fotografía con otros medios, entre ellos, la moda. La composición equilibrada y el uso de iluminación te hace sentir que estás presenciando una escena celestial, y los colores generalmente claros le dan una representación suave a un mensaje fuerte. “He sido muy estricta cuando se trata de crear mi propio lenguaje y estilo, muy obsesiva con mi imaginario y muy crítica conmigo misma; pero, sobre todo, creo que tuve suerte, porque lo que hago es lo que sale de mí, así, y eso podría haber sido del agrado de nadie.”
Y es justamente ese mensaje lo que Carlota destaca. Yo siendo hombre, siento que a través de su trabajo puedo relacionarme mejor a lo que significa ser mujer y la belleza que eso demuestra, pero también las dificultades que esconde. Asimismo, su decisión de ser más inclusiva con quienes retrata abre el panorama hacia una diversidad de historias que merecen ser contadas.
Armonioso. Sensual. Introspectivo. Equilibrado. Iluminado. Natural. Puro. Etcétera.
Artistas como Carlota Guerrero aportan una mirada distinta y necesaria al mundo de la fotografía y del arte, sobretodo en el contexto actual, donde se está viendo una revaloración de la multiculturalidad y diversidad. Sin duda, un trabajo digno de admiración y del reconocimiento que está recibiendo.
